Apasionado del Polo Sur, aventurero y valiente. Así es Carlos Caraglia. Su vida cambió en 2006. Después de sufrir un infarto, el libro Atrapados en el hielo de Caroline Alexander lo atrapó a él. Porque fue la historia de supervivencia del explorador Ernest Shackleton y su equipo cruzando a pie la Antártida en 1914, lo que lo impulsó a viajar allí. “Empecé a buscar la manera de llegar y era, bien a través de buques militares, o de un viaje carísimo. Imposibles las dos opciones. Me informé y descubrí que desde Ushuaia, salían barcos hacia la Antártida así que decidí ir hasta allí”, nos cuenta. En el puerto de Ushuaia, en la provincia argentina de Tierra del Fuego, Carlos embarcó hacia la Antártida y vio el primer iceberg: “cuando lo vi supe que quería dedicarme a lo que hoy me dedico”, recuerda.

Después de esta primera experiencia vino su segundo viaje a tierras antárticas donde nace el proyecto El Viaje Polar y su implicación en la lucha por la preservación de las zonas polares. Fue en el tercer viaje cuando cumplió su sueño: llegar a las cabañas desde donde los exploradores Robert Falcon y Ernest Shackelton empezaron su conquista del Polo Sur hace más de cien años. “A bordo de un rompehielos recorrimos 7.000 millas, unos 11.600 kilómetros, para llegar”, recuerda, “fue algo increíble que más tarde escribí para guardarme todas las sensaciones que viví en aquellos momentos”. En su primera expedición en el Ártico permaneció tres semanas sobre el glaciar de Isortoq desde donde fotografió las grietas provocadas por el deshielo en el casquete polar de Groenlandia.

Después de fotografiar y sentir de cerca el deshielo de los polos, Carlos Caraglia no ha parado de trabajar en su proyecto. El Viaje Polar es un escaparate de las zonas polares y del Planeta Tierra que evidencia el cambio climático. El objetivo de la exposición es concienciar sobre la necesidad de preservar el planeta. Y desde sus primeros pasos por la Antártida, Carlos ha querido mostrar con sus imágenes los hábitats más amenazados por el calentamiento global. En El Viaje Polar podemos ver una exposición visual de la Tierra a través del maravilloso trabajo de los mejores documentalistas y fotógrafos del mundo. Junto a las fotografías de Carlos, El Viaje Polar cuenta con el trabajo del realizador y cámara de National Geographic Leandro Blanco,  Pierre Yves Cousteau, hijo de Jacques-Yves Cousteau y numerosos reconocidos fotógrafos como Isaac Fernández Galisteo,Francisco Mingorance, Marc Adamus, Daniel Stoupin,Rafa Herrero,Christian Petron, Julio Raindo, Paul Nicklen, David Doubilet, Enrique Pacheco, Amos Nachoum y Chris Mclennan.

El Viaje Polar muestra lo que acontece en el planeta de una manera cercana y real

Carlos nos cuenta que era amante de la fotografía, pero no fotógrafo profesional, y fueron precisamente sus fotografías las que le abrieron el camino para llegar a crear este gran proyecto, rodeado de los mejores profesionales. “No me corto un pelo. Escribo o llamo a la gente que me interesa, les presento el proyecto y siempre ha gustado”, explica. Decidido y luchador explica que han diseñado unas estructuras de exposición únicas y espectaculares para llevar su proyecto por todo el mundo. “Ya hemos iniciado reuniones para que El Viaje Polar pueda verse en Dubai y en Madrid”, asegura.

Ha fotografiado paisajes insólitos, pero su trabajo no se queda solo ahí. Se encarga además de buscar las fórmulas de divulgación más impactantes, los recursos técnicos y la financiación necesaria para seguir adelante con su sueño. “Nos financiamos con patrocinios, pero también he invertido dinero en esto”, explica. Además de invertir sus ahorros, Carlos ha apostado por su proyecto con mucho esfuerzo y dedicación, convencido de crear una nueva conciencia responsable con el medio ambiente: “siempre he conseguido todo lo que me propongo y además, el trabajo que presentamos es impecable”, afirma.

Este proyecto divulgativo y educativo se completa con congresos que han iniciado en 2013 en Lugo y que continúan el próximo mes de septiembre en Narón, acompañado de una exposición de fotografías en el Pazo da Cultura* de esta localidad coruñesa. Además de exposiciones y congresos, su plan de actuación contempla a los más pequeños. No se olvida de lo importante que es una educación temprana. Ya han realizado actividades para implicar a los niños en este viaje polar y tienen en mente apostar por la parte editorial para que se que trabaje el tema en los centros educativos. Carlos es consciente de que “el mundo hay que cambiarlo desde dentro” y esto solo es posible apostando por la divulgación de un trabajo bien hecho.

Caraglia es imparable, infatigable, y sus ansias por dar a conocer esta situación de emergencia que vivimos le han llevado a planificar el rodaje de un documental único e insólito a través del que poder recorrer el Planeta. “Está previsto que viajemos y rodemos desde 2017 a 2019 y que podamos presentar el documental en 2020”, cuenta. “El tipo de documental que queremos hacer se sale de los patrones habituales, buscamos algo impactante”, explica. Para el rodaje se rodeará de nuevo de los mejores documentalistas y profesionales.

Carlos Caraglia apuesta por crear una nueva conciencia responsable y comprometida con el medio

 Carlos Caraglia nos muestra a través de El Viaje Polar cómo se puede pasar de los sueños y de las aventuras de las páginas de un libro a la realidad. Y cómo éstos se cumplen con empeño, pasión, dedicación y mucha fuerza. Un ejemplo de constancia y trabajo que busca concienciarnos y cambiar nuestro modo de vivir en el Planeta.