MARIO CASAS

Nació en A Coruña y tras vivir con su familia en Barcelona se fue a Madrid para convertirse en actor con 18 años. Conversamos sobre su profesión con uno de los actores del momento, Mario Casas, tras el rodaje de Contratiempo de Oriol Paulo y El Bar de Álex de la Iglesia.

  • Mario, ¿cómo fueron tus comienzos en el mundo de la interpretación?
  • Empecé desde pequeñito, desde los 5 o 6 años, haciendo publicidad en Barcelona. A los 14 o 15 años empecé por mi cuenta porque me gustaba, me llamaba mucho la atención hacer castings para cine, aunque en aquella época no me cogieron para ninguna película. Con 17 casi 18 años me voy a Madrid a probar suerte y a intentar hacer castings y ver si me salía algo, y así fue… Tuve la suerte que a los dos años de estar en Madrid hice una serie de televisión para TVE, después enlacé con El Camino de los ingleses de Antonio Banderas… y a partir de ahí con películas y series he tenido la suerte de ir enlazando distintos proyectos hasta los 30 años que tengo ahora.
  • ¿Ya soñabas con ser actor de pequeño?
  • Sí, creo hay niños que quieren jugar al fútbol, o jugar al tenis, y a mi había algo que me llamaba mucho la atención que era la interpretación. Siendo niño, cuando uno es más inconsciente, siempre era el payaso de clase, el gracioso, el que le gustaba hacer shows y también cuando uno se va haciendo más mayor, por ejemplo, con mi mejor amigo hacíamos sketchs de Cruz y Raya, o montábamos nuestras obras de teatro y las hacíamos en clase o en los festivales de final de curso. Siendo niño ahí estaba y siempre me ha llamado la atención, igual que el cine. Ver cine siempre me ha encantado así que sí, podría decir que siempre ha estado presente.
  • Ahora estás en un buen momento profesional, pero imagino que no ha sido todo un camino de rosas.
  • He sido muy afortunado en todos los sentidos. En lo profesional he sido un actor con mucha suerte y con un destino bastante bonito. He ido empalmando proyecto tras proyecto. Grandes directores han querido contar conmigo y me han ofrecido grandes proyectos y he tenido la suerte de hacer películas en momentos puntuales que me han dado más a conocer como, por ejemplo, Palmeras en la nieve, con un público mucho más amplio, ha sido una película que ha funcionado ya no solo en España, también fuera. He tenido la suerte de hacer películas que me han ayudado mucho como Grupo 7, pero tengo que decir que sí he trabajado en últimos doce años en la interpretación, he trabajado mucho. En cada proyecto he trabajado con grandes actores de nuestro país que te enseñan y también vas madurando y sabiendo cómo quieres trabajar. Cada vez intento no dejarme nada en el tintero y cuando pasen los años haber dado todo lo que podía y todo lo que estaba en mi mano.
  • Has interpretado papeles muy diferentes en tu carrera, ¿podríamos decir que eres un actor versátil?
  • En ese camino estoy. Es lo que cualquier actor o actriz le gustaría, tener la oportunidad de que te ofrezcan cosas distintas y poder crear personajes diferentes. Es la idea que yo tengo como actor y cuando veo carreras de actores a los que admiro, sueño con acercarme un poco a esas carreras y hacer drama, acción, comedia…
  • ¿En qué género te encuentras más cómodo?
  • Realmente me da igual, creo que los géneros o las películas las crean los equipos, los actores y el director… entonces lo que te llevas de los proyectos no son los géneros, sino la gente y lo que te ha producido a ti ese proyecto. Tal vez, no es que no me sienta cómodo, pero en la comedia me siento más como pez debajo del agua. El drama y la acción es algo en lo que te puedes sumergir tanto en lo físico como en lo emocional de una manera más rápida, digamos. Pero la comedia tiene algo más complicado porque me parece que la línea entre quedarte corto o pasarte es muy fina… si lo miro un poco desde fuera, como espectador, la comedia es seguro uno de los géneros más complicados.
  • ¿Qué papel te ha marcado más o te ha dejado más huella?
  • Puede sonar a tópico, pero en realidad todas las películas te aportan algo. Trabajar con actores a los que admiras, he trabajado de gallego a gallego con Tosar y he aprendido mucho. No solo hablando de la interpretación, sino también como ser humano, la manera que tiene de comportarse… o con Antonio Banderas, por ejemplo. Pero aprendes más de su calidad humana, sobre todo actores que uno admira desde que es pequeño y tienes la oportunidad de trabajar a su lado. En lo profesional está claro porque son grandes actores, pero en lo personal todavía te atrapan más, por la manera que tienen de trabajar, por la humildad, por la simpleza… y a la vez son monstruos de la interpretación. A mí esto me gusta y la gente con la que me he encontrado en el camino, tanto directores, actores y equipos, son los que te dejan huella al final.
  • ¿Y algún papel al que le tengas ganas, algún personaje que te gustaría interpretar?
  • Siempre hay referentes cinematográficos constantes. Pero si entro en la comparación lo que hago es complicarme. Por ejemplo, lo que hace Christian Bale en el personaje que tiene en American Psycho, o lo que hace DiCaprio en The Revenant… al final son guiones, son historias, que te atrapan en conjunto.
  • ¿Ahora mismo en que estás trabajando?
  • Estoy en unos meses que le he dado al pause. Creo que es necesario también para el trabajo. Estoy intentando mirar los proyectos y cogerlos con un poco más de distancia y verlos más calmado. El non-stop que hay constantemente cuando estás trabajando o estás promocionando, de repente te entra otro proyecto y ahora me apetecía esperar un poco. Viene Contratiempo que se estrena el 6 de enero y en primavera El Bar con Álex de la Iglesia. Me apetecía eso, ver mi carrera personal y profesional desde la distancia. A la vez se pasa mal porque uno siente ese mono, esa necesidad constante, de trabajar. Porque al final es un trabajo maravilloso. Para el actor ponerse delante de una cámara, ensayar, preparar un personaje… es nuestra droga. Es un doble filo, el querer también dejar descansar al público, descansar uno mismo, y a la vez trabajar. Hay cosas encima de la mesa, muy interesantes, pero no hay nada cerrado y supongo que para el año que viene comenzaré.
  • Como actor, ¿cómo ves el sector en España?
  • Yo creo que hay que ser positivos. Cinematográficamente estamos en un buen momento. Estamos viendo películas como El hombre de las mil caras, Cuerpo de élite que es una comedia, la primera película de Raúl Arévalo Tarde para la ira… Creo que hay un bullicio de distintos géneros y de repente ves el top ten de películas de los últimos meses y hay muchísimas españolas. Ha sido un buen año, ha habido variedad y yo creo que hay que ser positivos. Hay mucha gente que está luchando para sacar las películas adelante y lo van consiguiendo.
  • Con 30 años, ¿te ves dentro de 30 años más haciendo cine?
  • Me encanta mirar hacia delante y ver por ejemplo a José Sacristán. No solo por el pedazo de actor que es, sino si tienes la oportunidad de conocerlo, cómo es como persona, la manera que tiene de tratar a todo el mundo, a los jóvenes actores que estamos empezando, cómo te habla… Por soñar, soñaría eso, y miro para adelante y veo una figura que es la de José Sacristán. 
  • ¿Algún consejo para aquellos jóvenes que están comenzando en la profesión?
  • Es como todo, hay que intentarlo, luchar. Desde fuera socialmente puedes ver al actor y no sueles ver el trabajo que hay detrás. Los procesos que existen antes de grabar una película son muy largos, hay que trabajar mucho, ser muy constante, y tomárselo muy en serio. Es una profesión que te exige mucho, en lo personal y en lo profesional. A la hora de preparar personajes y de enfrentarme a una película uno se hace un poco más mayor y parece que los miedos y las inseguridades todavía se hacen más grandes, cuando debería ser al contrario. Los miedos son más amplios para mí a la hora de afrontar un proyecto, pero lo que me hace es también trabajar muchísimo más. Empezar meses antes a preparar el proyecto, el personaje… Tampoco soy nadie para aconsejar, pero sí decir que hay que tomárselo muy en serio. A veces desde fuera puede parecer una profesión más fácil, pero es muy difícil, hay que ser muy constante, hay que luchar y superarse, cada día. Al final cada película es un examen que preparas y el público decide si te aprueban o no te aprueban, o si no quieren volver a hacerte ningún examen más. Hay que ser constante y si uno tiene un sueño, sea el que sea, hay que ir a por él, ¡eso está claro!
  • Cuál es tu vinculación con Galicia… 
  • Llevo fuera muchos años, pero es mi raíz. El 80%, toda mi familia está repartida por Galicia, sobre todo Coruña. Mis padres son gallegos. Las raíces y de donde somos nos acompañan siempre y van en la sangre. La gente se sorprende cuando digo que soy gallego, y siempre lo defiendo porque toda mi familia está allí. Cuando puedo me escapo y voy de vacaciones, a desconectar, o los veranos a hacer surf… siempre que puedo voy. Es mi raíz, de donde vengo.