Noelia Cabarcos. Balneario de Mondariz
Noelia Cabarcos nos habla de su trayectoria y de uno de los balnearios más antiguos de Galicia
Y no se equivocó: “a medida que iban pasando los años tenía claro que costase lo que costase quería trabajar en este sector”, nos cuenta. Se pasó un verano en la lavandería del Hotel Riazor de A Coruña haciendo prácticas voluntarias. Cuando finalizó la carrera de Turismo participó en un proceso de selección de la cadena AC Hoteles en Galicia. Tras superar un mes de pruebas participó en un programa de formación experimental en Madrid y posteriormente se incorporó a la plantilla del Hotel AC Palacio del Carmen en Santiago. Allí pasó por diferentes puestos y estuvo 5 años hasta que pronto decidió dar un giro en su trayectoria. “Un día viendo la prensa vi un anuncio en el que buscaban director de un balneario para el Gran Hotel de la Toja. Nunca había estado en un balneario, en la carrera no nos explicaron nada de balnearios y no tenía ni idea de lo que era. Me fui a comprar un libro, empecé a interesarme un poquito por lo que era y fui a hacer la entrevista, con tan buena suerte que me cogieron”, explica.
Así descubrió cómo se gestionan los balnearios y pronto le surgió otra nueva oportunidad, esta vez en el Balneario de Mondariz a donde llegó en el año 2006. Ahora dirige el área termal del balneario pionero del termalismo gallego y uno de los referentes en Europa. Nos cuenta Noelia que “la parte termal es el corazón del balneario e incluye desde un área fitness, actividades al aire libre, balneario, spa…” y también destaca la recién inaugurada área de medicina estética y la línea de cosmética que exportan a Estados Unidos y que además venden en farmacias.
Quien hace su trabajo con pasión se sabe enseguida. Y Noelia desprende ilusión y gusto por lo que hace en cuanto comienza a hablar de ello. “Cada día surgen nuevas oportunidades porque lo que pretendemos es no vivir tanto de la estacionalidad de un hotel sino generar aquí una clínica para que vengan clientes externos a cuidarse”, explica. Además cuenta que quienes trabajan en el sector del termalismo dicen que “los balnearios deben ser centros prescriptores de salud donde quien venga, esté alojado o no, se le enseñe cómo cuidarse, hacer una rehabilitación, qué alimentos tomar…”, añade.
Además de desarrollar su trabajo en el Balneario de Mondariz, Noelia también es profesora colaboradora en la Facultad de Turismo de Ourense en donde se centra en explicar la comercialización turística y las herramientas de marketing 2.0 aplicadas al sector turístico. Imparte también charlas en la Facultad de A Coruña: “me encanta cuando me llaman porque me gusta contar mi experiencia por si puede resultar de utilidad y veo que igual que yo me motivo día a día puedo llegar a motivar a la gente” cuenta. De sus conferencias y clases en la universidad han surgido tres libros sobre materia turística. Han sido traducidos al portugués, francés e inglés y son “manuales muy didácticos y cercanos”, cuenta su autora, “estamos ya preparando otro tipo de manual de cara al año que viene”.
Sus retos no tienen freno porque Noelia se ve dirigiendo otro tipo de hotel en un futuro: “de cada sitio que pasas vas cargando tu maleta de experiencias y ya tienes más miras para poder hacer otros proyectos. Me interesaría en un futuro, si tengo la oportunidad, afrontar nuevos retos sobre todo en tema de hotelería”, añade.
A punto de dar a luz a su segundo hijo nos cuenta que consigue compaginar vida personal y profesional gracias al apoyo de su marido: “el mundo de la hotelería no entiende de horarios. Tengo la gran suerte de que mi marido tiene un trabajo de manera que lo podemos compaginar bien”.
Balneario de Mondariz
En el valle del río Tea, en la provincia de Pontevedra, se crea a finales del siglo XIX el Balneario de Mondariz. Una villa termal que surge después del descubrimiento de las aguas mineromedicinales de la zona. Además del balneario tradicional, el complejo dispone de una zona lúdica, el Palacio del Agua; un circuito Celta inspirado en la sabiduría ancestral y centrado en el agua como fuente y manantial de salud; un campo de golf de 18 hoyos y un hotel de cuatro estrellas con 194 habitaciones, repartidas en tres edificios históricos.