VERÓNICA MOAR · Cerámica con alma

Verónica Moar

Verónica Moar · Cerámica con alma

 

Desde pequeña ha sentido la necesidad de expresarse a través de sus manos. Verónica Moar es ceramista. Un cambio de rumbo en su vida profesional la llevó hasta la cerámica y hoy crea piezas únicas, delicadas, cuidadas, elaboradas artesanalmente. “En el año 2009 dejé un trabajo de oficina después de haberme dedicado a ello seis años y, mientras decidía qué rumbo tomar a partir de entonces, me apunté en el Taller de Cerámica Artística de la EASD Pablo Picasso en A Coruña para mantenerme de alguna manera ocupada y en activo”, recuerda.

Comenzó realizando pequeños diseños de collares, pulseras y anillos para ella o para su familia y amigos. Las piezas encantaron y decidió participar en ferias y mercados. “Con el tiempo mi necesidad de crecer y expresarme a través de otros formatos me llevó a realizar otro tipo de piezas de cerámica: tazas, cuencos, platos, etc.”, explica. “Al principio cocía algunos de estos trabajos en clase”, cuenta, “pero luego comencé a alquilar un horno y pagar para realizar las cocciones”. Una demanda cada vez mayor y su necesidad de contar con un espacio propio la llevó, hace dos años, a instalarse en su propio taller en A Coruña.

Realiza piezas sencillas de líneas limpias y colores suaves, “a mí me gusta denominarla cerámica tradicional para un uso contemporáneo”. Cuida cada detalle para que “aparte de bonitas, sean prácticas”, explica. “Me gusta que la gente le dé vida a mi cerámica y por ello elaboro principalmente cosas que se puedan usar en el día a día”, añade Verónica.

Todas las piezas que salen de su taller tienen detrás una historia y nos acercan a su creadora y a su forma de ser: “algunas representan mi manera de observar lo que me rodea, otras son claramente el reflejo de mis experiencias personales”. Verónica es observadora y se inspira en la cerámica coreana y japonesa. “Me apasiona su espontaneidad y pienso que ésta sólo se consigue si detrás hay mucha experiencia y una técnica muy interiorizada”, apunta.

Sus creaciones requieren tiempo y dedicación. Diseña la pieza original y posteriormente un molde para hacer las reproducciones: “aunque en este caso la elaboración sea en serie, no me gusta hacer demasiadas copias de un mismo diseño”. “Últimamente estoy muy centrada también en la producción más tradicional y para ello utilizo el torno de alfarero pues me gusta mucho que se note que esas piezas han pasado por mis manos, creo que las hace más auténticas”, añade. Además Verónica Moar también realiza cerámica artística, “principalmente se trata de figuras modeladas en arcilla”, apunta la artesana, “éstas últimas son las obras con un carácter más personal”.

Las piezas, sencillas, de líneas limpias y colores suaves, nos acercan a la forma de ser de su creadora

“La cerámica es una disciplina que no entiende de prisas”, cuenta, “hay que ser muy constante y, sobre todo, estar muy mentalizado de que las cosas no suelen salir bien a la primera. Es necesario conocer el material, investigar, probar, pues siempre se aprende algo nuevo”.

Su pasión es la cerámica y pese a que es difícil vivir de la artesanía, Verónica asegura que “después de todo este camino que he recorrido, no soy capaz de imaginarme haciendo otra cosa, intentaré seguir así mientras sea posible”. Recientemente apostó por centrar su tiempo y su energía en su proyecto. “La verdad es que tengo altibajos y dudas pues no es fácil vivir únicamente de esto -dedicarse a la artesanía y ser autónomo en este país es una combinación bastante complicada-. Por una parte entiendo que mi cerámica no es un producto de primera necesidad pero, además, hay mucha gente que todavía no es consciente de todo el trabajo que esto conlleva y que por ello los precios no siempre pueden competir con la oferta que hay en el mercado”, explica.

Sus productos están a la venta en su tienda online: veronicamoar.bigcartel.com. También realiza encargos personalizados para sus clientes. “Precisamente ahora estoy realizando un encargo personalizado, un regalo que unos amigos le van a hacer a una pareja que se acaba de casar, y, al mismo tiempo, también estoy centrada en la elaboración de una serie de piezas que viajarán dentro de poco a FORMEX en (Estocolmo, la prestigiosa feria de interiorismo y diseño de Escandinavia”, cuenta.

Su intención es ir creciendo de manera natural y “no subirme al carro, tan habitual últimamente, de las modas pasajeras”, apunta, “me quedan muchas cosas por aprender todavía y soy muy consciente de ello así que quiero trabajar pero también seguir formándome. Me gustaría que este proyecto tuviese muchos años de vida, ir escribiendo con calma mi historia”, concluye.

Verónica Moar